DIA CERO

Cambios en mi vida personal, laboral e interior, me hacen plantearme cómo reaccionar ante determinadas circunstancias. Por ello he decidido retirarme al interior de mi cueva mental durante un año. Abandonar el enfrentamiento dialéctico con mis semejantes. Abundar en escuchar al prójimo y hacer el esfuerzo de entender cada punto de vista, cada gesto, cada emoción desatada o contenida. Hago eremita a mi opinión y la retiro a este lugar perdido y por, a buen seguro, pocos explorado. Por supuesto liberare la presión de mi fuero interno al menos una vez por semana, quien me conoce sabe que me cuesta morderme la lengua. A partir de hoy y hasta dentro de un año solo aquí HABLOG.