viernes, 3 de agosto de 2012

DDPM & PDDM

No es lo mismo un día de puta madre, que una puta mierda de día. Es evidente, aun así hoy empezó como un DDPM y poco a poco fue mutando hasta terminar en un PDDM. La clave de todo esta en la naturaleza del ser humano, se que suena pedante y que la frase provocara de muchos la desconexión profiláctica (preventiva para los mas humildes de léxico) de una zona cerebral.
Los seres humanos, ese culmen de la evolución, ese depredador acomodativo, esa especie adaptativa, somos un grupo que solo comparte una característica: el egoísmo. Puedes ser el ejemplo vivo de la bondad, la dadivosidad, lo que tu quieras pero seguro que en tu fuero interno resuena o ha resonado la cantinela de cierto personajillo de Tolkien (miiiiiiioooooooo). Comportamientos egoístas nos llevan a ver todo desde nuestro propio y certero punto de vista, analizar todo sin usar varios modos de atacar el problema, no en vano quien da una opinión formada en base a análisis de varios expertos la firma como "su opinión" nunca la suma de varias visiones.
Nuestra actual situación económica por ejemplo: los políticos se emperran en dar "su" remedio al problema "de otros"; los ciudadanos nos cerramos en banda a que toquen mas "lo nuestro"; los especuladores no quieren poner en peligro "su" inversión; para mas desapego lo publico se conoce como la "res publica", la cosa publica para los menos legos. La cosa,... como con desprecio (como si fuera un perro muerto en una cuneta que tocas de lejos con un palo), la cosa,... esa cosa que esta ahí, que va mal y cada vez vale menos, la cosa... no mi cosa ni tu cosa o nuestra cosa, . Curioso,... "la cosa nostra" tiene connotación muuuuy negativa.
Al que monta un negocio y no es egoista, tiene escrúpulos en ser buen profesional y aconsejar u orientar a sus clientes con buen criterio, no le suele ir bien. Triunfa el mangante, el charlatán, el que vende humo y llena la tienda, no entras a una tienda o un bar vacío. No te planteas que pueda ser un buen profesional que trabaja rápido y evita que la gente se acumule. Mira los centros comerciales, cada vez te atienden peor, gente mal pagada, que trabaja a desgana pues se siente vejada por "servir" a otros, tocado su orgullo. Dependientes que te miran con cara de Juez de Concurso de belleza cuando les pides una talla de una prenda, es@s cajer@s de supermercado que casi te destrozan la compra por pasar todo por el lector de la caja a toda velocidad, el monitor del gimnasio que te trata con condescendencia, el agente de la ley que te habla con paternalismo y superioridad (sino te arrea con la defensa en la boca), el medico que critica tu salud,... Seguro que podríais citar mil ejemplos cada día.
Pero hoy, esta columna se la quiero dedicar a una vecina y paciente. Una señora que lleva toda su vida cuidando a su hijo. Su niño nació con una hemiplejia, condenado a una silla, nunca aprendió a gatear o andar. Su hijo dependió de ella toda su vida pero ella se empeño en que fuera lo mas "normal" posible. Su vida se apago hace poco, en una cama de hospital, aquejado de una infección que le robo una vida a la que se aferro hasta el final. Con su madre de la mano decía: "mama,yo quiero vivir". No ha muerto viejo ni joven, tenia mas o menos mi edad. Pero ha muerto niño. Siempre fue,ha sido y sera su niño. Con casi 70 años me lo contaba esta tarde sollozando, recordando momentos muy duros, cuidados, ,malos ratos, noches sin dormir, sillas de hospital asesinas de la salud de los familiares, pero sobre todo su ultimo aliento. Ella estuvo ahí desde el principio hasta el fin, siempre estará en su vida. Lleva un mes desde que no lo tiene a su lado y mirándome con los ojos empañados en lagrimas me ha preguntado si algún día terminara su dolor. No he tenido el valor de decirle nada, sobre todo sabiendo que no se olvida esa punzada. La chispa de vida que ves apagarse se queda atrapada en tus ojos para siempre. Aquellos que han visto morir a alguien lo saben bien, nunca se despega de tu alma, se funde contigo para siempre.
Descansa en paz, dale un abrazo a Miki Roqué cuando lo veas, que seguro iras a la puerta de la ciudad deportiva donde entrenan tus béticos del cielo, que digo, seguro que podrás jugar con ellos. Ahí arriba seguro que puedes correr tanto como el que mas. Desde aquí abajo tu madre te añora y duerme cada noche en tu cama, oliendo tus sabanas, ordenando una y otra vez tus cajones. Sintiendo un vacío que llena todo, su garganta, su alma y su casa.

jueves, 5 de abril de 2012

LOBOTOMIA TRANSOCULAR

Respiraba entrecortado, de forma ansiosa, intentando extraer en cada bocanada oxigeno suficiente para recuperar el resuello desesperadamente. Su perseguidor avanzaba inexorablemente hacia el. No necesitaba recuperarse, no se desorientaba, no se le podía despistar ni engañar. Había intentado darle esquinazo en con múltiples subterfugios. En ningún caso conseguía hacerle vacilar. Parecían unidos por un invisible hilo. Cual Perseo en el laberinto del minotauro, el otro conocía sin errar la dirección tomada por su presa.
Había empezado al revés, pero al perder su arma, las tornas se había vuelto, el eterno tópico del cazador cazado. Estaba herido, aunque el otro aparentaba estar definitivamente incapacitado, al menos en el estándar aplicable a su especie. Pero no se paraba, no respondía a la lógica ni a las normas de la naturaleza.
Unos metros mas, unos pasos mas y al menos podría interponer un obstáculo insalvable entre ambos, o al menos así lo creía. Avanzaba por los túneles, esquivando cascotes y basura: cajas, montículos de limo acumulados sobre algún resalte de la antigua canalización. Apenas podía ver con la pequeña barra de luz química. La tétrica iluminación apenas arrojaba suficiente claridad para ver el camino que seguía, el reducido espacio no ayudaba a evitar la opresiva sensación y la apremiante ansiedad de sentirse perseguido. Unos metros atrás, fuera del campo iluminado le oía arrastrarse, implacable, imparable. Con la mano derecha herida apenas podía asir el pequeño tubo de plástico, la sangre iba cubriendolo y tenia que restregarli contra su ropa para aclarar su superficie cuando opacaba totalmente el resplandor mucoso.
Un nuevo cruce de caminos, cuatro tubos interconectados, una nueva decisión rápida. Guiado por esa brisa que creía sentir, de la que ya no estaba seguro.
Como había llegado allí, que estúpido error, no ver ese tablón podrido mucho antes de el fin del mundo. Paso sobre el mientras apuntaba hacia delante su arma, la madera crujió y cedió a su peso, la escopeta se encajo en el conducto de la alcantarilla mientras caía y se quedo atascada, con su dedo aun apoyado en el gatillo. A su perseguidor no le importo dejarse caer por el agujero siguiendo su instinto de alimentación. Ahora comprendía que siempre fue la presa, solo durante el tiempo que estuvo armado tenia opciones, ahora estas se habían esfumado. El arma al menos le dio unos segundos para ganar ventaja mientras el ser quedaba atascado en el túnel y se tomaba su entremés antes de continuar la caída y retomar la búsqueda del plato fuerte.
El túnel debía acabar en algún lugar cercano, la canalización debía llevar las aguas residuales a algún lugar desde el que poder escapar, con suerte alguna compuerta, verja o lo que fuera serviría para parar al depredador. El brazo se le iba enfriando y perdía fuerza. No podía perder la poca luz que le daba la barrita o estaría ciego, seria lento y su ventaja quedaría reducida inexorablemente poco a poco. No podía sujetarla con la boca, lo había intentado y en su estado de agitación se ahogaba rápidamente. Siguió avanzando, las botas resonaban con el sonido de succión a cada paso, el lodo hacia difícil cada paso. Manos invisibles agarraban las botas y le obligaban a arrancarlas del suelo en cada zancada.
Mas adelante, en el túnel empezó a cambiar la calidad de luz, muy poco a poco las paredes empezaron a cobrar forma y textura. Mas allá del cansancio comenzó a acelerar el paso, luchando contra el desmayo y la dificultad de avanzar.
No había salida.
Una verja de acero, sólidamente anclada al hormigón de la tubería. La desesperación le asalto, comenzó a golpear y patear el enrejado, empujarlo, tirar de el. No hubo el mas mínimo movimiento.
Tras él escucho el avance de su enemigo, portador de enfermedad y muerte. Se giró, en un ultimo movimiento desesperado levanto el brazo izquierdo interponiendolo en actitud defensiva, el cadáver se abalanzo sobre el y ambos cayeron al suelo contra la verja. En la caída los anclajes de la prótesis se soltaron y el brazo de plástico quedo entre ambos. Forcejearon, apenas manteniendo apartada la boca anhelante, de aliento pútrido, el olor de la tumba. En un desesperado movimiento agarro el brazo protesico con la ensangrentada mano herida e incrusto los dedos de la prótesis en ese pozo de muerte y plaga. Apretó con todo su ser, rompiendo la mandíbula, dientes, paladar, metiendo los apéndices hasta el cerebro, momento en que el cuerpo muerto se paro se estremeció brevemente y cayo solo con su peso sobre el.
Solo en ese momento reparo en su mano derecha, la herida cubierta de restos podridos del muerto. Comenzó a llorar, la desesperación lo abrumo. Intento sacarse de encima el cuerpo sin éxito, estaban cubiertos de limo, tenia la mano herida, en el forcejeo se habían deslizado hasta el suelo. Empezó a sentirse mas caliente, había visto antes a gente mordida empezar con fiebre y en cuestión de minutos morir para volver a levantarse y atacar a los que antes habían sido sus compañeros. Hubiera querido pegarse un tiro, acabar con todo antes de terminar siendo un muerto-vivo.
Empezó a manotear desesperado, mover la mano herida por el fango buscando asidero. Cerro los dedos alrededor de algo delgado y duro, como un cable, tiro de el pero nos estaba agarrado a nada. Saco la mano del lodo y en sus manos tenia un alambre de acero, oxidado y retorcido. En un ultimo y demente ejercicio de autodestrucción lo sujeto con los dientes, tiro de el hasta enderezarlo, lo apoyo contra el lagrimal de su ojo derecho y en un gesto seco lo empujo hasta llegar al seso.

sábado, 31 de marzo de 2012

Reset

Termino el año de mi proposición inicial: usar este púlpito para gritar sordamente aquello que no quería permirtirme a mi mismo vociferar abiertamente. He decidido que a partir de ahora usare este espacio para compartir todo lo que me hace feliz, aquello que me emociona y hace volcar el corazón, me toca la patata, me acelera el pulso, me remueva las tripas o me retuerce el alma. Callarse no es bueno si te tragas la bilis, pero tampoco escupirla a los ojos del prójimo. Sirva este primer comentario como compromiso . y seguido

lunes, 20 de febrero de 2012

ENEMIGOS


Hola mamones, soy vuestro enemigo, uno de ellos. No te voté con lo que no me representas, soy uno de esos que no esta contento con lo que hacéis. Soy uno de los que creen que sois unos mentirosos, con todas las letras y lo creo por vuestras mentiras. Creo que todo lo que vais a hacer es esperar a que lleguen las vacas gordas cuando toque y arrogaros el merito. Me parece vomitivo que os dediquéis a la distracción y a la manipulación, al trinque y el expolio, a tapar y arrimar, al amiguismo, enchufismo, caciquismo y demás ismos, preferiría que os metierais la urna por el mismo. Hay unos señores que se dejan las cejas para estudiar lo que vosotros ejercéis por derecho de pernada, penoso. Aquí os esperamos, traed vuestras porras, cabrones. Corrimos delante de los grises, los maderos, los pitufos, los mossos. Pero un día, y no sera mas tarde que pronto, nos daremos la vuelta y cogeremos la piedra. Un día nos cansaremos de apretar el cinturón, de bajarnos los pantalones, de ir al colegio electoral como borregos. Un día dejaremos de ser ciudadanos para volver a ser pueblo. No nos toquéis mas los huevos, cabrones, porque el pueblo también tiene un limite. Tener muchos sillones en un edificio no te hace ser Dios. Escucha lo que te dice el pueblo politicucho, y esto va por todos, o atente al desprecio, al zapatazo, al tartazo, a la burla, al escarnio. Algún día volverás a tu pueblo, tu barrio o tu chalet en la sierra, tendrás que volver a llevar a tus nenes al cole o volver a comprar el pan, bañarte en la playa, lo que sea. No te escandalices si una señora se te acerca y te cruza la cara por haber jodido lo que les costo sangre. No te ofendas si te llaman lo que eres, MENTIROSO.