domingo, 9 de octubre de 2011

FIN DE LA TREGUA

Se termino el verano. Acabo de darme cuenta de que sin querer llevo casi 4 meses sin escribir. Ni aqui ni en ningún lado, y eso que me sienta tan bien como echar una carrerilla de vez en cuando.
Hoy me he pegado un despiste y me he ido a hacer unos kilómetros a la sierra, en coche. Me plantee coger las botas y subir al Reloj, un puerto cerca de Grazalema, pero al final decidí ir a donde el asfalto me llevara.
Primero estuve en Ubrique y sin darme cuenta ni pretenderlo, mis pies me llevaron a un lugar que no buscaba ni cuya ubicación conocía, pero que sabia estaba en Ubrique. Se da el caso de que este lugar es un negocio, y al mismo tiempo siendo como es hoy un domingo, ya es casualidad que la reja estuviera medio abierta, y el coche del dueño junto a la puerta.
Me gusta planificar mi tiempo, pero cuando no lo planifico como hoy, me jode sobre manera que los hados me empujen en una determinada dirección.

Por cierto, no entre.
Después me fui y Zahara. Después de subir hasta arriba, andando, disfrute del gran espectáculo que es la vista desde el pueblo. Mirando la cola del pantano y respirando aire fresco y limpio, todo parece sencillo.
es curioso que en ese momento me di cuenta, de que ayer, mientras charlaba con mi tío al que no veo hace meses, muchos, salio el tema y me nombro ese embalse, esas vistas.

Al final las hadas me habían cazado.
Y.

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