
¿Puede un sabor evocar recuerdos? Seguro que concordareis conmigo en que por supuestísimo que sí. Hace poco he disfrutado de esa experiencia tan gratificante que es recordar gratos momentos enlazados a sabores. En un rincón de Triana, más bien una esquina, hay un bar sencillo y tradicional. Sin ambages ni grandes carteles o nombres complicados en su menú. Mantiene la tradición tan necesaria de ser un lugar donde comer casero, menús económicos y bien despachaos.
Mi familia es cliente habitual por diversas razones entre ellas que ponen unos desayunos d.p.m.. El ambiente es familiar y agradable, a ello contribuye en gran medida que el matrimonio que regenta el negocio pone mucho cariño en su trabajo.
Si queréis probar una pavía de las de toda la vida y recordar esos momentos de vuestra vida asociados a tan rico y sevillano manjar: El Tropiezo, esquina de c/Castilla con c/Pinzón, junto a Centro de Día de Mayores. Las pavías se sirven solo en Semana Santa (aunque yo ya me he comido tres al menos). Y.
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