viernes, 22 de enero de 2010

Recuerdos

Trasteando con el Google Maps, buscando un servicio tecnico de Sony para arreglar mi reproductor mp3, el maps hizo un extraño, igual que hacian a veces esos viejos balones ya deformados con los que jugabamos de pequeños. El extraño resultado me ofrecio casualmente una imagen de Egipto. L nostalgia del maravilloso tiempo pasado en esa exotica tierra de matices me llevo a curiosear un poco. Mirando Abu Simbel encontre recuerdos en mi interior que creia perdidos debido a mi obsesion fotografica. Me explico, hasta ahora estaba convencido de que esa compulsiva mania de fotografiar con mi camara todo aquello que me atrae o quisiera fijar para siempre me limitaba la vision al objetivo del aparato. Al parecer me equivocaba, he recordado a los pintorescos argentinos de avanzada edad que nos acompañaron un rato visitando el antiguo templo, de su humor acido y de lo admirable de encontrar gente de tamaña edad viajando por el mundo a lugares tan complicados de acceder. Bien es cierto que muchos turistas llegan a Egipto esperando encontrar el tipico lugar tematizado a la costumbre occidental, nada mas lejos de la realidad. En la mayoria de los lugares encuentras descarnadores contrastes entre pequeñas poblaciones de gente extremadamente pobre, junto a la prestancia y organizada pulcritud de centros de atraccion turistica. Es un lugar de matices donde cada recodo puede encerrar la sorpresa de un abuelo que se ridiculiza por unas monedas a cambio de la burla del turista, justo al lado de una reliquia de tiempos preteritos. Ninguna puerta esta cerrada por completo, nada esta prohibido co demasiada rotundidad, para que me entendais aqui os presento la autentica llave maestra de ese pais:$, €, etc. Debido a los bajos sueldos de los funcionarios publicos y al excesivo poder de la policia, el soborno es el aceite que engrasa la maquinaria de un hermoso y deteriorado pais. Consumida su capital por la arena del desierto, como si de una cruel metafora de los elementos intentando ridiculizar a sus gentes demostrandoles que sus gobernantes solo se preocupan de si mismos. Es un pais de maravillosos seres humanos que sobreviven como mejor pueden, escenificando dicha supervivencia en su trafico rapido y desordenado, que no colapsado; donde cruzar la calle es un acto de fe como ellos mismos cuentan. Maravilla verles sonreir en la adversidad, bromear permanentemente, dandonos a los amargados occidentales una leccion de historia: eramos mas felices cuando eramos mas pobres.

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