Si, me gusta mas asi, nuevos inicios, no nuevos comienzos que quiza quedaria mas redondo, como mi barriga. Creo que es importante darle un toque personal a aquello que sale de cada persona. El lenguaje con el que nos comunicamos queda asi, a mi entender impregnado de la esencia del que lo moldea, plasmando su huella como lo haria un alfarero con su maceta. Es curioso que salga la profesion de alfarero a colacion, en Triana, en la esquina de San Jorge con Castilla, una placa de ceramica asegura que es la primera profesion de la historia aseverando que al moldear "Dios" al hombre (que no al ser humano) fue el primero del gremio. Ombliguismo llamaria yo a la patologia que padece el insigne creador de tan bien colocada placa.
Asi mismo en la consabida asignatura tipica de toda titulacion, se alecciona a los novicios de las virtudes y logros historicos que hacen a cada profesion superior a las demas, de titulados de todas las profesiones estan las oficinas del paro repletas.
Pero volviendo a los inicios, aunque de algun modo llevo todo el rato dando vueltas al tema, queria referirme a como iniciamos nuestra autentica madurez. Dentro de unos dias se cumplen diez años desde que empece a trabajar en lo que hoy en dia ha terminado siendo mi sustento. Costo mucho esfuerzo, lagrimas, sacrificio, rabia y dinero salir adelante, soportar durante este tiempo para que poco a poco, aquel negocio que solo parecia absorver empezara a dar. Hoy en dia creo que ese sacrificio ha forjado mi caracter y me ha hecho ser como soy, con todos mis defectos (si tengo virtudes son otros los que deberian decirlo). No me arrepiento de mis errores, que he tenido muchos, ya que cada uno me enseño algo. Animo a todo aquel que lo vea negro a esforzarse por cambiar el color, si no se consigue tambien se aprende y eso es un premio tambien al esfuerzo. Un abrazo a todos.
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