sábado, 27 de junio de 2015

Con dolor, condolencias

Acabo de leer la noticia de la pérdida de la vida del niño de Olot. A menos de un metro de mi duerme mi bebe. El bebe que casi perdemos por una enfermedad extremadamente rara. Sólo puedo en estos momentos sentir dolor por la pérdida de esos padres. A nosotros nos destroza a veces la incertidumbre de no saber sí uno de nosotros transmitió el virus que provoco la encefalitis a Guille, no puedo ser capaz de imaginarme ni de lejos aún así los sentimientos de esos padres que engañados por los charlatanes no vacunaron a su hijo. Más si puedo decirles que no deben culparse, la enfermedad les ha hecho un daño irreparable, les ha quitado a lo más precioso que había en su vida, no dejen que el dolor les quite más cosas. Estos momentos son muy duros. Para nosotros los días de hospital fueron un tiempo que cambió nuestra vida para siempre. Las personas que éramos se han ido, no existen más. Ahora intentamos aprender de nuevo a vivir, con una incertidumbre permanente, sin planes más allá de la rutina, sin ilusiones más allá de mirar su sonrisa y disfrutar cada buen momento, cerrando las puertas al dolor en la medida de lo posible. Mi llelle duerme a mi lado, le oigo respirar y se me escapan las lágrimas del dolor que imagino deben sentir esos padres. Mis más sinceras condolencias. Descanse en paz ese ángel.

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