Te fuiste diluyendo, dándonos chispazos de tu presencia con tus gestos y voz llena de temblor. Te echamos de menos, mucho, eres tan parte de nosotros que estas presenté aunque ya no estés. Nuestras sonrisas no volvieron a ser completas, una reunión sin ti adolece de tu ausencia, se te recuerda permanentemente. Dile a tu padre que baje el puente que une la vida y la muerte, dile a tu madre que te deje venir a vernos aunque sólo sea un momento. Agárrate fuerte en el viaje, no sea que el temblor te haga soltarte. Acuérdate, ropa interior limpia y nueva.
Mil besos y uno más. Te echo de menos abuela.