domingo, 28 de junio de 2015

Sombras

Me acosan las sombras de la tristeza y el desanimo. Me tienen cercado y no veo escapatoria. Sólo puedo mirar atrás pues adelante todo es incierto. En mi mente sólo las imágenes de un negro porvenir. Abandonar toda esperanza es la única opción que veo, agachar la cabeza y aguantar lo que venga. No tiene sentido intentar mantener un ánimo positivo si todo lo que me rodea es negativo.

sábado, 27 de junio de 2015

Con dolor, condolencias

Acabo de leer la noticia de la pérdida de la vida del niño de Olot. A menos de un metro de mi duerme mi bebe. El bebe que casi perdemos por una enfermedad extremadamente rara. Sólo puedo en estos momentos sentir dolor por la pérdida de esos padres. A nosotros nos destroza a veces la incertidumbre de no saber sí uno de nosotros transmitió el virus que provoco la encefalitis a Guille, no puedo ser capaz de imaginarme ni de lejos aún así los sentimientos de esos padres que engañados por los charlatanes no vacunaron a su hijo. Más si puedo decirles que no deben culparse, la enfermedad les ha hecho un daño irreparable, les ha quitado a lo más precioso que había en su vida, no dejen que el dolor les quite más cosas. Estos momentos son muy duros. Para nosotros los días de hospital fueron un tiempo que cambió nuestra vida para siempre. Las personas que éramos se han ido, no existen más. Ahora intentamos aprender de nuevo a vivir, con una incertidumbre permanente, sin planes más allá de la rutina, sin ilusiones más allá de mirar su sonrisa y disfrutar cada buen momento, cerrando las puertas al dolor en la medida de lo posible. Mi llelle duerme a mi lado, le oigo respirar y se me escapan las lágrimas del dolor que imagino deben sentir esos padres. Mis más sinceras condolencias. Descanse en paz ese ángel.

martes, 23 de junio de 2015

Mirando al mar

En un hueco de la ajetreada agenda que domina mis días me he escapado a mirar el mar unos minutos. Nos llama el salado e inmenso acumulo de agua del que un día escapo en su deriva aquel predecesor genético que piso primero la tierra para quedarse. Sus cantos de sirena nos embelesan. 

miércoles, 17 de junio de 2015

Anclas

Ayer en una de mis habituales horas de coche, escuchando la radio, oí como explicaban el poder de expresar tus emociones. La capacidad de curar nuestra ansiedad que tiene el hecho de expresar tus sentimientos ya sea por escrito o de palabra. Especialmente hacían hincapié en la necesidad de ser escuchado sin  prejuicio, es por tanto imprescindible un público con el compromiso de estar dispuesto a poner oído al prójimo sin juzgarle, o un trozo de papel claro.
No era esto lo que quería contar, me ha venido primero a la mente al empezar a escribir, pero es otra cosa lo que me inquieta. No se como puedo reconducir la situación. Puedo cambiar mi actitud y motivarme de otro modo, pero el ánimo ajeno es otro cantar. Puedes empujar la piedra pero la pendiente sigue siendo cuesta arriba y a poco que te despistes rueda sola hacia abajo y hay que volver a empezar. Pero las personas no son piedras, pueden rodar por inercia pero si ponen intención, aunque despacio pueden superar los obstáculos, o si es necesario y tienen un poco de visión lateral rodearlos.
Es necesario a mi entender de todos modos que exista esa intención de avanzar, a veces se hace difícil y es más costoso convencerse a uno mismo que se puede, sobre todo si hay que mantener la convicción mucho tiempo. Las metas siempre ayudan, pero las conmemoraciones entorpecen. A mi parecer mirar atrás para hacer tributo a las fechas no ayuda a nada si no se tiene siempre presente que la mirada debe dirigirse hacia adelante, las fechas señaladas en el calendario hay que mirarlas sólo de reojo, como acicate para empujarnos desde el pasado jamás como ancla. Porque sí te anclas te frenas, te paras, no avanzas y tarde o temprano la vida sigue su camino sin ti y te deja atrás.

lunes, 15 de junio de 2015

Envidia

No, no el bolero aquel, que en mi memoria suena cantada por Valderrama y Ana Belén (casposo pero precioso). Me refiero a la envidia que siento de un tiempo a esta parte cuando miro a mi alrededor. Es un sentimiento que me lleva a un estado de ánimo depresivo. Por eso quiero romper con ella. Tenía pensado un monólogo a ratos cómico y ácido, pero con final amargo. Se perdió gracias a que cerré la app antes de publicarlo o guardarlo. Y digo bien, gracias a...
Desde un nuevo punto de vista me doy cuenta de que necesito plantearlo de otro modo. Envidia de ¿que?
Me mira y sonríe cuando llego a casa, me toca la cara antes de dormirse, me sonríe cuando le doy los buenos días. He vuelto a verlo aprender cosas y cada día me gorjea un nuevo sonido. Tengo la oportunidad de revivir cada día de nuevo con el. Tengo la capacidad ganada del miedo y el dolor de valorar infinitamente más cada momento o gesto.
Y todo ello a cambio tan sólo de un puñado de lágrimas.